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Por Diego Fernández Pais
Esta noche es brillante, no la dejemos pasar
Estoy asombrada, mis mejillas cada vez
más coloradas mientras camino hacia casa
Pasaré una eternidad preguntándome si sabías…
que me encantó haberte conocido.
Taylor Swift, Enchanted
11/08/21
Anoche comimos centolla –centolla al natural de entrada y ravioles de centolla como plato principal– y después me quedé a dormir en el cuarto de Taylor.
Dormir es un decir, porque no pegué un ojo en toda la noche.
Desayunamos como bestias y partimos a navegar toda la mañana por el canal del Beagle hasta el faro del fin del mundo, en un catamarán rentado solamente para nosotros dos.
Después de almorzar cordero a la estaca con papas al plomo, anduvimos en moto de nieve y terminamos de componer la letra de la canción. Finalmente, le pusimos «Love in the End of the World».
Ella sigue con los músicos componiendo y yo, por recomendación suya, estoy aprendiendo a jugar al Candy Crush. Además, escribí dos poemas. El primero, mientras escuchaba Tango in the Night de Fleetwood Mac:
SEVEN WONDERS
¿Por qué no una, dos
Diez o cien maravillas?
¿Será acaso Dios el idiota?
Te debo un baile, entonces
Nos quedamos con seis.
Pero le sumamos el agujero
En la nariz de Nicks
Y volvemos a quedar en siete
Los siete días de la semana
Los siete días en los que Dios
Creó al mundo…
Debería haber parado el quinto
Justo antes de crear al hombre.
Y el otro al son de «You Prefer Cocaine» de Vitalic:
YOU PREFER COCAINE
Ella corría por el palier
La minifalda suelta
Al viento, un barrilete
Y abajo su bombacha de algodón
De sangre los lunares
Tacheté.
Yo la perseguía en boxers
Y zapatillas blancas
Con el cuchillo de hielo
Empuñado al revés
Para casi todo;
La mueca desencajada.
¿Se nota que estoy inspirado?
Le hice escuchar varios cantantes de temas románticos nacionales y le encantó el Banana Pueyrredón. («Banana»: posible título del capítulo.)
Ahora escribo esto desde su cama, mientras ella se baña.
Esta noche comimos merluza negra y pavlova con café de postre.
Tiene mucho sentido del humor y es extremadamente simpática.
Cualquiera diría que parezco enamorado.
12/08/21
Hoy mi plan es sin plan. Pienso hacer huevo todo el día tirado en la cama terminando de componer la letra de la canción.
Nos despertamos a las siete y media de la mañana. Desayuné pancakes con syrup de frutos rojos. Taylor comió una ensalada de frutas.
Después volvimos al cuarto y nos tiramos a escuchar más música argentina. Le gustó mucho «Obsesionario en La Mayor» de Tan Biónica, porque dice que suena igual a Sui Generis. Le conté la historia de la última internación de Chano. Sobre el disparo que recibió en el abdomen.
De Sui Generis su preferida, y la mía, es «Bienvenidos al tren», y de Serú Girán, también como a mí, le gusta «Cinema Verité».
Esta noche Taylor toca de sorpresa en el Hard Rock Cafe de la calle San Martín y piensa estrenar la canción, por eso ahora se encerró con los músicos para terminar de pulir la melodía.
Taylor vuela en su avión privado esta noche y yo mañana a la mañana en la clase turista de Aerolíneas Argentinas.
Me dijo que el tema más romántico y explícitamente referencial que me dedicó, después de «Lover», es «Seven». Ya lo creo.
Cerrada la canción. Terminé y me fui al sauna, primero, y después a la pileta. Taylor sigue ensayando.
Comí baby back ribs con salsa barbacoa en Hard Rock Cafe, muy ricas, y el show de Taylor fue –por supuesto– todo un éxito. Mientras tocaba, se me acercó una mina de Los Toldos que tiene tatuada a Evita en el pecho y me pidió el Instagram.
En dos horas Taylor parte para Nueva York. Mi vuelo sale mañana a las diez de la mañana.
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Etiquetas: Diego Fernández Pais, Fleetwood Mac, Sui Generis, Tan Biónica, Taylor Swift, Una vez más, Vitalic