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Eeeeeeeeeee, loco, que hacé, acá llegó el Padri, papá. Y el Padri está re caliente, loco. Y enojao también, loco. Pasó La Anyi y ni me saludó. Me lo hace a propósito, yo lo sé, me lo hace a propósito. Yo ya sé que le muevo la cocina, loco. Que vacila cuando me ve. Yo soy el Padri, papá. La que no vacila conmigo es poque no me vio. ¿Tendiste?
Pero no é de eso de lo que quiero hablá. Es que toy viendo la tele. A este loco que la agita, al Jorge Rial, papá. Siempre lo miro. Bah siempre no. Lo cazé hoy, de pedo, loco. Pero justo hoy, mientras mi vieja barría la cocina, y barría la cocina, y barría la cocina. Y suena el guiro, papá.
Como te decía, loco. Hoy, el Jorge Rial, está hablando con un loco destos, con un político, que se yooo. Lo único que se yo, que yo sé, es que este político tiene una cara de toga bárbaro. Desas caras que acá no duran ni dos segundos. Salvo que vengan con mucho cobani. Pero si vienen solos no duran ni un segundo, lo pibes de acá la esquina, los solteros que están todo el día al pedo, te lo pelan en un seg… Ya tá, ¿vé? Te lo pelaron. Los pibes de la esquina son solteros porque si están casaos la patrona no los deja pará en la esquina. Yo paro, loco. Aunque quiero que La Anyi me cague a pedo, loco.
Pá, loco, me pongo a pensá en La Anyi y me voy de tema, loco.
Lo cierto es que vi la cara de este político que taba enojao -como yo con La Anyi- porque otra política, seún dijo mi vieja, le había dicho “gato” a su mujer. Eso acá es pena de muerte, loco. Eso acá se paga caro. Por eso me enojé yo también. Me enojé de vuelta porque ya estaba enojado con La Anyi.
Y me enojé de vuelta, otra vé má, porque pasaron la foto de la mujer del político y estaba que se partiiiiiiiiia, papá. No sabé lo que era esa wuaaaacha, y la pasaban moviendo el totó, moviendo el totó, moviendo el totó tó tó tó tó.
¿Quiéeeen es esa miniiiiita?” le pregunté a mi mamá. “Baila en Tinelli” me contestó. Ahhh, yo de Tinelli no tengo ni idea porque a esa hora estoy de gira con lo pibe.
“¡¡¡¡¡¿Ese pedazo de toga se come a esa miniiiiiita?!!!!”, a lo grito estaba, loco. A lo grito. Pero mi mamá gritó má y me cayé. “Si, nene, es el poder. El poder de estos tipos lo hace encantadores aunque tengan esas caras de perejiles”.
Y ahí e puse a pensá, loco. E senté en la esquina, pensaba como fui tan gil porque eso a mi no me funcionó. Acá en la esquina manejo yo, papá. El Padri, papá. Cualquiera que quiera bailá cumbia hasta la 6 de mañana, porque encontró la solución pa la resaca, me tiene que pedí permiso a mi, papá. Al Padri.
Entonces, si yo tengo el poder, ¿por qué La Anyi no me agrega ni al feisbu, loco’ Prefiere pasá caminando, la muy atrevida, y tirarme un beso con eso labio, pero no me agrega al feisbu, loco. No é tan piola la wacha.
Y lo pibe me re vacilan. Yo quiero sé como ese loco, loco. Quiero salí de gira con la Angy y los rochos, y que las rochas bailen en corpiño, meno La Anyi, loco. Y escabiá mientra tiramos pasos, loco. Me parece que voy a tené que ir a pedí consejo a este político. ¿Qué diferencia hay entre el poder de la esquina y el poder de Loma e Zamora, loco? Es lo mismo, papá. Además yo soy el Padri. Y tengo todo lo que quiere la guacha.
El Padri
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