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Por Fabián Flores
Luego de dos puestas jugadas como La bandeja se la llevó la sirvienta y Retrato de una sola persona, el grupo Los Minga redoblan la apuesta con un melodrama de un talentoso autor argentino. Pronto a estrenar Lúcido de Rafael Spregelburd, Coto Vega, su director, nos cuenta los pormenores del proceso creativo y las expectativas para el estreno.
Contanos de qué se trata Lúcido.
Lúcido trata sobre cómo Lucas está aprendiendo a manejar sus sueños lúcidos, y a través de ellos, mejorar la relación con su madre y su entorno. Aparece su hermana luego de un largo tiempo reclamando algo que le pertenece y está la pareja de su madre que acaba de conocer. En todo ese mix de situaciones se da un juego entre sueño y realidad, que nos lleva a plantearnos cómo cuestionamos (o no) lo que estamos viendo.
En los últimos años nos han acostumbrado a presenciar puestas muy novedosas y poco habituales, saliendo de la convencional sala teatral como en La Bandeja se la llevó la sirvienta o Retrato de una sola persona. ¿Qué propuesta estética y qué tipo de puesta se proyecta para Lúcido?
La propuesta está planteada desde el guion; lo único que transformamos es el espacio. En vez de buscar un teatro, buscamos una casa que represente lo que plantea la obra. Pensamos varios lugares hasta que dimos con esta casa que se amolda perfectamente a lo que queremos mostrar. La obra juega con cómo vemos lo que estamos mirando, desde qué ángulo estamos percibiendo la realidad y qué tomamos por verdadero o falso.
¿Por qué la elección de la pieza y de un autor como Rafael Spregelburd, uno de los dramaturgos más destacados de su generación?
La elección surge naturalmente. Leí la obra, me fascinó y se me vinieron a la cabeza los actores. Nos juntamos y empezamos a trabajar. En cuanto a su autor, lo fui descubriendo gradualmente desde todas sus facetas como actor, director y dramaturgo, y en particular de esta obra, me pareció una genialidad como plantea los conflictos y sobre todo su resolución.
La obra ahonda en tema de la familia y sus mundos, que se ha transformado en un tópico bastante frecuente dentro del teatro contemporáneo, Tolcachir por ejemplo, es un ícono de eso, ¿qué visión de la familia y lo familiar aparece en la obra? ¿Cómo proponés a los espectadores el acercamiento a ese universo?
La (dis)funcionalidad familiar parece un tema infinito a la hora de abordarlo y lo particular que tiene esta obra es la lucidez con que su protagonista va manejando y cambiando lo que le sucede. Lo que aparece en Lúcido es el juego de la literalidad, la manipulación de causas y efectos, el debate entre realidades y cómo detectamos ciertos pasajes de esas realidades. ¿Es una comedia, es un melodrama, es un policial? Todo está ahí, la cuestión es cómo leemos toda esa información.
Esta propuesta en particular tiene un elenco heterogéneo, con algunos integrantes de Los Minga y otros que no. ¿Cuáles fueron los criterios que se pusieron en juego para elegir el elenco y construir los personajes?, ¿cómo fue ese proceso de construcción colectiva?
No hubo criterios. Al leer la obra se me vinieron a la cabeza los cuatro actores -Silvina Athiel, Leandro Carbone, Lucia Fracchia y Toto Médice- que van para los cuatro personajes que plantea la obra -Teté, Lucas, Lucrecia y Daro respectivamente-. Nos juntamos, la leímos y empezamos a trabajar -junto con Anto Bon- la relación de estos cuatro personajes en torno a lo lúdico para poder llegar a una cuestión más dinámica, y porque además nuestra premisa de teatro y de trabajo siempre suele ser el juego. El teatro es ante todo un juego. Así que el proceso fue muy divertido y bastante absurdo para que la construcción fuera más descontracturada y efectiva.
En los últimos años el teatro local se llenó de nuevas propuestas, y siendo que ciertamente cantidad no implica calidad, ¿cómo ves el panorama del teatro local?
Hay muy poco criterio a la hora de montar una obra, salvo en escasos ejemplos. Hay como una necesidad de hacer por hacer, que no se justifica. Una de las cosas que más me hace ruido es la elección de las obras con respecto a los temas que tratan. Hay cosas que no puedo creer, desde el lugar que ponen a la mujer, su vínculo con los hombres, la homosexualidad, los jóvenes; hay mucho para pensar y repensar, sobre todo de qué nos reímos cuando vemos lo que vemos.
¿Cuál suponés y aspirás qué sea la recepción del público para con Lúcido?
Supongo que se van a divertir porque la obra tiene momentos muy cómicos. Hay que ver que entienden y cómo toman el final. La verdad es que como grupo de teatro siempre planteamos que nos encantaría ser espectador de nuestras obras. Eso ya es algo.
Estreno: 8 de octubre.
Actúan: Silvina Athiel – Leandro Carbone – Lucía Fracchia – Toto Médice.
Dirección y puesta: Coto Vega.
Asistente de Dirección: Anto Bon.
Etiquetas: Coto Vega, Fabián Flores, Los Minga, Lúcido, Rafael Spregelburd