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Por Leticia Martin
Javier Nadal Testa podría parecer un tenista, pero es un músico argentino, joven, nacido en la provincia de Tucumán, y graduado de la Licenciatura en Música Popular –de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata– de donde también es docente. Javier es la guitarra principal de su proyecto solista, donde también canta con una voz clara y afinada, a la vez que compone y arregla los temas. Mirada primera es su primer disco editado profesionalmente, en 2017, trabajo con base en la música popular argentina con tradición en la canción hecha palabra y voz. Conversamos con él para Revista Polvo.
¿Cómo fue trabajar en un primer disco –me refiero a Mirada primera– con las tradicionales guitarras criolla y eléctrica, pero sumando además un trío de saxofones y clarinete, batería, bajo de seis cuerdas, contrabajo y piano?
El trabajo fue, en principio y en líneas muy generales, el de pensar en una sonoridad más “de banda” que de algunos solistas que por ahí van eligiendo tema por tema como producirlo y buscando la sonoridad de un modo más amplio. De alguna manera esta idea me organizó un criterio para encarar los arreglos. Yo quería que esté toda la instrumentación en todos los temas casi todo el tiempo. Es un poco retomar e interpretar una idea de ciertos grupos que escuchaba cuando empecé a fascinarme con la música, todas bandas en las que por lo general están todos tocando en todos los temas. Se trata de un orden en particular, y de ahí empezar a conjugar los sonidos de la mayor cantidad de maneras que sea posible, para redondear el lugar emotivo al que intenté apuntar cada tema.
¿Coordinás vos la dirección de todos esos músicos?
Sí. El rol que asumo es el de productor artístico y director musical. He llevado al grupo los temas ya bastante encaminados en cuanto a arreglos y búsqueda estética. Hay algunas cosas –como los pianos y las baterías– en las que arranco de un arreglo y un manojo de ideas, para luego ir sumando sugerencias de los chicos, que ejecutan los instrumentos que tengo un poco más ajenos. Ahí es donde muestro maquetas y referencias, pero básicamente todo se arma a partir de un arreglo que establezco desde la guitarra, por lo general polifónica, desde el que se va abriendo el juego.
¿Cómo componés? ¿En sesiones con la banda o solo?
Las composiciones y el armado de los arreglos son para mí una actividad solitaria, de búsqueda musical, reflexión e introspección. Al grupo le llevo las cosas lo más resueltas que puedo, así cuando estamos juntos podemos ocuparnos de darle vida a eso que me había imaginado previamente.
¿Qué sale primero? ¿La música? ¿La letra? ¿Hay una técnica definida para hacerlo?
Esta pregunta justo viene a colación de un trabajo amplio que vengo haciendo en torno a la reflexión y producción de la composición de canciones. Es también el hilo de mi tesis de grado, de la cual se desprenden tres temas del disco. Primeramente no hay una técnica definida, la música popular no se produce en base a técnicas, no es su naturaleza. Las distintas maneras de abordar los materiales compositivos dan resultados no siempre similares, y es justamente ahí donde –más allá del orden por el cual encaramos la producción– decidimos si va primero letra o música. Me interesa más la relación entre las partes que el orden.
¿Por ejemplo?
Y… algunas veces empecé escribiendo y luego encarando diferentes modos por los cuales continuar –siendo por ahí más o menos fiel a ese primer borrador de texto– y otras veces predominó una punta musical, que luego se fue asociando a una palabra, que casi siempre aparece implícita [en la musicalidad]. En mi caso, la melodía nunca viene sin una sílaba o palabra. Ahí es donde entiendo que hay un resultado sonoro y expresivo que sobrepasa la búsqueda aislada.
¿Qué importancia le das a poesía a la hora de escribir tus letras? ¿Sos lector de algunos autores de poesía en particular?
Es una pregunta que me lleva a una reflexión que no tengo concluida. Por un lado pienso que el texto de una canción tiene otra funcionalidad que la de un poema. Yendo más allá, no genera en mí el mismo resultado la poesía cuando la leo, que cuando la escucho recitada. De nuevo lo mismo, no hay una manera, simplemente hay diferentes resultados sobre cómo se encara el material o el soporte a través del cual se lo recibe. Por otro lado, también me interesa que las letras de mis canciones construyan un sentido que pueda generar emoción, que me guste, que pueda llevarme al lugar que yo quiero. La canción como género tiene cierta “autosuficiencia”. Es complejo de entenderlo. Tengo más un planteo de reflexión abierto que algo concluido al respecto. De todos modos, sí hay algunos y algunas poetas y también novelistas, como así cancionistas, que siento tienen mucha poesía en su escritura, que me gustan y siento que han atravesado las canciones que hice hasta ahora.
¿Cuáles nombrarías como tus influencias?
Te diría desde Benedetti –que he leído mucho– hasta los tucumanos Manuel Martínez Novillo (h) y Néstor Soria. Pero también, por otro lado, nombraría a Juan L. Ortiz, Eduardo Galeano y García Márquez, Edgardo Cardozo, o hasta alguien que descubrí más recientemente, Alicia Genovese.
Sé que presentaste Mirada primera en el Auditorio de la Facultad de Bellas Artes, donde estudiaste y sos docente, ¿cómo fue esa experiencia?
Fue una experiencia muy importante, ya que fuimos seleccionados por una convocatoria abierta de la Secretaría de Arte y Cultura de la Universidad por el proyecto de presentación de disco. Lo que se buscó en ese evento fue que pueda sustentarse una producción grande, para un auditorio, pero que sea abierta. Ha sido algo muy emotivo, de también cierre de ciclo y etapa.
¿Cuándo vas a tocar en Buenos Aires y en qué lugar?
En Buenos Aires tenemos la presentación de este disco el día 10 de noviembre en el Espacio Tucumán (Suipacha 140). Es importante también que se nos hayan abierto las puertas de esa casa de la cultura que brinda apoyo desde la provincianía. Para quienes venimos de otros lugares del país a producir e intentar encaminar el trabajo de la música son ayudas muy importantes.
¿Se ha escuchado en otros países de Latinoamérica tu disco? ¿Como te manejás con las redes y la comunicación digital? ¿Lo explotás con tu música? ¿Usás Bandcamp, Google Play Music o Spotify?
La producción independiente tiene el desafío de la difusión, y en ese caso intentamos poner nuestras producciones al alcance de todos. Hoy en día el disco se puede escuchar en todas las plataformas digitales de más llegada: Spotify, Bandcamp, Google Play Música, Deezer y I-tunes. A raíz de eso sí, ha llegado a distintas partes del continente, principalmente México y Chile, y otros continentes también, pero en formato físico para la venta de CD, como ser Japón.
Contanos de la residencia artística en la Casa de la Cultura de la UAEMex en 2014. ¿Cómo fue ganar esa beca?
La residencia fue una experiencia que me ayudó un montón para probar cosas que tenía en mente. Me pedían que haga una producción artística en esos dos meses que estuve ahí, y por otro lado que de unos talleres de música argentina y conciertos. Así es como pude trazar un paralelo entre esas cosas y, por un lado juntarme con músicos con los que nos hicimos amigos y dejar una huella de ese momento, llevando a cabo una producción en la cual, a partir de una chacarera mía pueda ver de qué modo transmitirles el género y la manera de tocarlo. Fue un intento de transmitir una música bastante ajena al ser mexicanos y el desafío de establecer los puentes interpretativos para la comprensión de esa música.
¿El dúo que hacés con el pianista platense Juan Fermín Ferraris funciona en paralelo a la banda solista o ya no están tocando juntos?
El dúo que formamos con Fermín entre los años 2011 y 2012 fue el primer proyecto del cual he participado viviendo en La Plata. Los dos hacemos canciones y construimos un espacio para compartir versiones que ha ido mutando de formato depende de lo que tengamos ganas de tocar. No es algo que mantenemos en el tiempo sino que, dependiendo en qué ande, cada uno hace su música, graba algo o comparte. El álbum audiovisual que hemos grabado es básicamente eso: canciones de ambos con videos de la grabación y una composición de imágenes que tienen que ver con varios viajes que hemos hecho juntos.
¿Cómo fue la experiencia de trabajar con la poeta santiagueña Gabriela Álvarez? Me interesa ese intercambio de poesía y ritmos musicales.
Esa experiencia fue un intento de compartir la cotidianeidad para luego mezclar las cosas que hacíamos. Compartimos el hecho de ser del norte y estar viviendo en La Plata. Además de la necesidad de poner lo que nos pasa en palabras, de diferentes modos, con sensibilidades que nos interpelan. Fue una manera de tocar y de decir cosas, un hilo de sentido entre mis canciones y los poemas de la Gabi que, siento, desde que la conozco la admiro y también ha influenciado muchísimo mi manera de escribir, tanto como los demás poetas.
¿Detrás del sol se consigue en la web? ¿Van a presentarlo en Buenos Aires?
Claro, está subido a YouTube. Más allá de ser un trabajo entre poesía y canción también tiene una búsqueda visual que hemos realizado en conjunto. Entonces el resultado es en realidad un video con nuestras imágenes y mirada de edición. Al proyecto lo hemos presentado el 22 de Septiembre en el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti, en el marco del ciclo Poesía en la Terraza. No tenemos en vistas otras presentaciones en el año.
¿Cuáles van a ser tus próximos pasos en la creación musical? ¿Qué te ves presentando en unos años? ¿Pensaste en presentarte en una gira por el país?
Por ahora no tengo muy medidos los siguientes pasos. En principio sigo haciendo canciones entre las cuales seguramente están las que van a conformar un siguiente disco. Por lo pronto en cuanto a girar con el disco, lo más probable es que la mayor parte de los viajes los haga solo por lo costoso que es mover una producción de tantas personas. No descartamos la idea de ir al norte, a presentarlo primeramente en Tucumán, cosa que siento indispensable.
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