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23-10-2017 Notas

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Por Ricardo Watson y Fabián Flores

Entre los días 2 y 5 de noviembre se llevará a cabo el Festival Internacional de Cine de Chivilcoy. Durante cuatro días, el Teatro El Chasqui será el sitio para que los cinéfilos disfruten gratuitamente del mejor cine del mundo en nuestra ciudad. Estrenos, recomendaciones, perlas y todas las expectativas que trae Raíces, la nueva apuesta cultural de Chivilcoy.

Distrito Zero (España, 2016)

El cine nos atraviesa. Pero no solamente lo hace de manera individual sino que también nos interpela como comunidad. Ahí radica, entre otros, el deseo de poner en marcha un festival de cine en la ciudad, entendiendo al cine como un fenómeno social, como un vehículo activador de cultura, como un dispositivo complejo en que se materializan los anhelos y los retratos de una sociedad. Y un festival de cine es un espacio de intercambio, diálogo y circulación de bienes culturales dentro y para la comunidad. En Chivilcoy pasan cosas. Los antecedentes indican que existe un público local abierto, inquieto, ávido de “otro cine”, interesado en indagar el mundo.

Los festivales suelen tener categorías que los definen, y la de Raíces es internacional. Pero el festival no tiene una temática definida. No interesan los límites ni las etiquetas. Aunque sí hay un asunto que atraviesa a muchos de los filmes que veremos y es la vulnerabilidad y el desamparo: el de una madre primeriza frente al universo de la maternidad, con todas sus expectativas, prejuicios y tensiones (Mi Amiga Del Parque, Ana Katz, Argentina, 2016); el de los refugiados que viven en campamentos cada vez más grandes a la espera de un conflicto global que no cesa nunca (Distrito Zero, Jorge Fernández Mayoral, Pablo Tosco y Pablo Iraburu, España, 2016); el de un grupo de mujeres que en diferentes sitios encuentran en la sala a oscuras el remedio contra la soledad (Las Cinéphilas, María Álvarez, Argentina, 2017); el de tantos adolescentes que no encajan en el modelo cultural impuesto desde arriba ni tampoco son capaces de distinguir con quién comparten el bando de los oprimidos (Jesús, Fernando Guzzoni, Chile, 2016); el de una joven viuda que tiene que reconstruir su vida después de la tragedia (La Luz Incidente, Ariel Rotter, Argentina, 2017) o el de las voces individuales y tradiciones locales que salen perdiendo al compás de revoluciones políticas (El Cairo en un suspiro, Anna Kipervaser, Estados Unidos-Egipto, 2016). Este punto de vista no fue algo buscado sino que evidencia un estado de las cosas global que -como mencionamos- el dispositivo cinematográfico se encarga de “revelar”. Pero en las películas de Raíces también hay espacio suficiente para el humor, el amor; para el valor depositado en los lazos de amistad; para la solidaridad como antídoto contra los males de este mundo, para el refugio que suponen la Memoria y la Justicia, y hasta para algo tan difícil de filmar como la fe.

Jesus (Chile, 2016)

Entre ficciones y documentales los títulos en competencia suman ocho. Anticipándonos una semana a su presentación en Buenos Aires la función inaugural del Festival Raíces será con Al centro de la tierra, el último opus de Daniel Rosenfeld, que será estreno en la Argentina en el festival y cuyo director estará presente esa noche en El Chasqui. Otras películas suponen un verdadero estreno, como la chilena Jesús, aplaudida en San Sebastián y varios otros países pero no vista aún en la Argentina. Las realizaciones de Ana Katz o Ariel Rotter no tienen prevista su exhibición en Chivilcoy y se cuentan entre lo mejor del cine nacional actual, ambas con varios galardones. En paralelo se podrán ver dos estimulantes muestras de cortometrajes que llegan desde Bélgica, India, España, Argentina, Francia y Georgia, la mayoría de ellos con una trayectoria multipremiada.

En un festival que otorga premios, la mirada del jurado es decisiva, y en este caso viene por partida doble. El de largometrajes lo integran Fernando Martín Peña, Ricardo Manetti, Hugo Colace y Luis Zorraquín. Al mejor corto lo elegirán María José Burgos, Jonatan Marin y Esteban Perroud. Es un lujo enorme contar con el entusiasmo de críticos, realizadores y académicos de tanto peso.

La función de clausura será con una copia nueva y remasterizada de El espíritu de la colmena (Víctor Erice, España, 1973), que además de una indagación lírica del mundo y sus límites, del duro aprendizaje que supone ir convirtiéndose en un adulto, es también un homenaje a ese cine itinerante que iba de pueblo en pueblo mostrando películas cuando todavía no había suficientes salas de cine. Casi un siglo después tenemos la posibilidad de verlo en nuestros teléfonos, tablets o monitores. Desde Raíces se apuesta a hacerlo en las salas de cine; aunque sea de tanto en tanto.

Reírnos, llorar o tomar conciencia de otras realidades iluminados por el haz de luz del proyector cinematográfico es el desafío. Todos juntos. Como comunidad.

El espíritu de la colmena (España, 1973)

Festival Internacional de Cine Raíces
2, 3, 4 y 5 de noviembre
Teatro El Chasqui – Chivilcoy.

Equipo organizador: Micaela Cartier, Jorge Russo, Ricardo Watson, Fabián Flores y Juan Gallace.

Programación completa en el sitio de Raíces.
Entrada libre y gratuita (se retiran cada día a partir de las 18 hs).

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