Blog

11-10-2019 Ficciones

Facebook Twitter

Por Bernabé de Vinsenci | Escultura: Ofra Lapid

Mi madre, año tras año casi por décadas, desde que éramos niños, acumula nuestras pertenencias ajadas o en desuso, inutilizadas, como ropas o zapatillas, anteojos ahumados, pares de medias agujereados, remeras desteñidas o libros evangélicos que pertenecieron a algunos de mis hermanos, o biblias del tiempo en que se congregaba en las que el Génesis o parte del Apocalipsis —las partes que más me interesan— son ilegibles por los manchones de humedad, de modo que nunca sabremos, si es que alguna vez quisiéramos saberlo, cómo comenzó el mundo ni cómo acabará, más allá desde que, a mis quince años o poco después, entendí que la biblia es como La Ilíada para los griegos —Julio César dormía con La Ilíada bajo la almohada— , o la Eneida para los romanos, o quizás una fábula mucho menos aceptable, de las que muchos se jactan pero que, a escondidas, terminan adulterando cada versículo, casándose para tener relaciones sexuales—porque sin casarse sería fornicación— o yéndose con amantes, o hijos de pastores, profetas, sanadores, algo casi orgiástico.

Las amontona en un modular, en una de las estanterías o en un rincón de la pieza, arriba de una silla, a veces de plástico o metal, o en cajas húmedas, grandes, chicas, medianas, comidas por lauchas o rotas por ella misma —para anotar la lista del supermercado, a pesar de que siempre se olvida de algo—, formando un altar de cúmulo de cosas, con mucho olor sucio, y enfática asegura que mañana o pasado mañana o que pronto, así dice, que pronto, “cuando sea necesario”, agrega, pueden servir o ser útiles si se las remienda, cosiéndolas o pegándolas.

¿Tiro estos anteojos?, le digo, mostrándoselos, como rogándole, también yo algo enojado, a la espera de que me diga que sí, por supuesto, tiralos, hijo, cansado de verlos ya siempre en el mismo lugar hace años (los lentes son de Neri cuando vivía con ella). Los usaba mi hermano para pasear por el pueblo, hubiese o no sol, o para desapercibir la resaca, los ojos rojos, brillosos, de haberse reventado la cabeza con vino o bebidas blancas, como vodka o ginebra, mientras era el hazmerreír de un pub de mala muerte, o un boliche de rubias con tacos y hombres con peinados en gel, siendo el jolgorio de la fiesta, diciendo que las rubias son todas trolas, puteras.

No, dice, al punto del enojo, o enojada, no lo sé, al borde de enloquecer —y cuando enloquece, siempre lo hemos sabido, nos reprocha que hemos sido mal hijos, “desagradecidos”, nos dice, “¿cuándo van a aprender a querer a su madre?”, es un reproche recurrente en ella— y al punto de echarme de patas a la calle, cerrándome la puerta seguido de un “¡te vas!”, sin importarle a dónde puedo ir a parar. Después con más calma, más explicativa, agrega: tu hermano los puede necesitar.

A los anteojos le falta un lente, además de que el único lente que tiene está rayado —lo sé porque me los he puesto y fingido ser mi hermano— y es imposible ver: se ve un manchón que es la luz exterior reflejada en el lente; es un anteojo que no serviría ni para reciclado ni para basura, solo como estorbo o mugre en este mundo de estorbos y mugres. Ni siquiera sirven los marcos porque de tan económicos se han despintado y doblado como una chapa después de la tormenta.

En la pilas de ropas en desuso tiene una campera, ya sucia por el tiempo, tan percudida, de mi hermano Neri, que dice, sobre la espalda, en letras rojas JESÚS TE AMA; de cuando se congregaba en Jesús Sana Mi Corazón, la iglesia de la Pastora -y profeta- Ángela Guinarlda. Y en un placar en el que también guarda su ropa, un par de zapatillas míos, también de marca económica, un poco más económicas que los anteojos, que ella misma se encargó de pegar y al poco tiempo, por el peso de mi cuerpo y mi empeine deforme, se rompieron definitivamente. ¿Tenés que bajar de peso?, me dice. Y añade: ¿quién puede querer a un gordo? Vos también, mami, respondo, parecés una chancha. Pero yo estoy vieja, objeta, y callo porque tiene razón, tanta que me avergüenza.  

Nosotros nos hemos resignado a que ella acumule nuestras pertenencias, dejamos que coleccione —porque, al fin, lo que hace es coleccionar— o que guarde lo que fue nuestro. A ella pueden serles útil, más afectivamente que material, y a nosotros poco nos importa, ya desgastamos lo que teníamos que gastar.

Nuestra madre está loca, dice Neri, ¿todavía no te diste cuenta? Se parece a vos, digo yo. ¡Te voy a romper los huesos, pendejo de mierda!, se embravece Neri, muchas veces, queriéndome romper la jeta.

Hace tiempo que mi madre vive en sus propias ruinas, hablando sola, enojándose sola, maldiciendo sola, berrinchándose sola, comiendo pollo o carne picadas crudas y fideos a medio cocinar, con la mitad de sus dientes podridos, debido a su ineficiencia para la cocina, a sus cuatro cesáreas, a la falta de calcio y vitaminas, y nosotros (diría que, aunque me pese, yo aún no) nos hemos escapados, logramos salir de su casa sanos y salvos, aunque mi hermano Neri padece un trastorno bipolar o de delirios de grandeza —a veces me pregunto qué carajo tendrá mi hermano—, y lo disimula muy bien trabajando y haciendo una vida medianamente normal.

Sus hijos, el resto de mis hermanos, hicieron su propia familia, con autos y casas, autos de los noventas, despintados, que requieren constantemente de un mecánico y casas precarias, de placas o ladrillos sin revocar, piletas Pelopincho y bicicletas rodados de niños y de adultos, juguetes y lácteos, y en el ajetreo que causa criar hijos, primero bebés que toman la teta, interrumpen el sueño, vomitan, lloran, después niños a los que se les cocina o se los lleva al jardín o a la escuela y a los que se le dice “¡dejá eso ahí!” “¡portate bien!” “¡hoy no vas al cumpleaños!”, se olvidaron de ella, o las visitas cada vez, con el paso del tiempo, fueron menos frecuentes. Es que trabajamos, dicen mis hermanos, solo un vago como vos puede estar todo el tiempo con ella. ¿Vago yo?, digo e intento excusarme y no puedo. ¡Sííííí, muy vago! ¡Y haragán!, añade Neri. ¡Y sucio!, tercia una de mis hermanas. ¡Muy sucio!, dice mi hermana menor. ¡Ja!, río yo y los miro inquisitivamente, ¡chúpenme los huevos, maga de soretes!

Mi hermana, a pesar de encargarse de los quehaceres de su casa, con sus dos hijas, ya crecidas, todas las semanas se encarga de prepararle la medicación, los ansiolíticos y antipsicóticos. Las prepara en bolsitas de papel, con los horarios y los días, escritos por ella misma con letra torpe: lunes, martes, miércoles, jueves, viernes, etcétera. A menudo mi madre recuerda su paso por Melchor Romero o el neuropsiquiátrico de Mercedes, y dice: no es joda, una vez que estás ahí, no salís más, te dan de comer comida sin gusto y te inyectan, a mí me inyectaban, ¿vos qué te pensás?

Dudamos -yo, especialmente, siempre dudo de sus palabras y sus silencios- si creerle o no, hay un gran porcentaje de mentiras, de falsedades en sus palabras, agrega o desagrega, minimiza o maximiza, o incluso delira y sus mentiras, como las cuenta, como las dice, deformándolas, agrandándolas, insistiendo como si fuesen verídicas, parecen verdaderas. Me contaba que un psiquiatra, por ejemplo, es un psiquiatra que está más loco que ella, le hablaba por un altoparlante. ¡Díaz!, decía la voz del psiquiatra en el altoparlante —ella lo confesaba sin pudor, con lujos de detalles—, mientras todos los pacientes esperaban sentados, y desde el altoparlante, según mi madre, el psiquiatra le daba indicaciones: ¡acuéstese a las ocho, Díaz!, ¡apague la luz antes de las diez! No podía contener la risa, carcajear ante sus narices, decirle “vos sí que estás loquita, pero mal”. Vos te reís, creés que es joda, me decía mi madre cuando largué una risita, muy contenida pero evidente, ante su relato bradburyano.

Leí en Wikipedia que las personas esquizofrénicas tienen ese tipo de alucinaciones, creen que les hablan por altoparlantes, pero no deja de ser parte de la psicosis. A veces se queja de que se golpeó la cabeza, o habla de neurólogos. Tengo la cabeza aturdida, dice, me golpeé la cabez, mirá, y me muestra el cuero cabelludo intacto.

Mi madre sabe, a su modo, pero sabe, ha aprendido los gajes de la enfermedad. ¿Colecciona por qué está enferma? No lo sabemos. ¿O es que todos coleccionamos? Tampoco lo sabemos. No sabrá de literatura ni matemática, de álgebra o adverbios, pero sabe coleccionar, colecciona lo ajado, como he dicho, todo lo que ya no sirve y que jamás, aun remendándolo, sea del modo que sea el remiendo, servirá y lo deshecho —siempre con miras, es parte de su empecinamiento, a remendarlo o reutilizarlo— y lo que sabe que ya no volveremos a usar. Sabe que con nuestras pertenencias, aunque ya no sean nuestras, nos recuerda; es su cualidad de tenernos presente, de decir “estos son mis hijos, lo que queda de ellos”, y que poco o mucho nos retiene, nos mantiene a su lado, cuidándonos, acariciándonos: como si guardando un pantalón viejo o una camisa percudida, nos amputara las alas, nos tuviera a su lado como perro con collar.

Dice que estuvo internada tres años en el Hospital Posadas, en su pueblo natal, dice además que todo lo que yo tengo (fobia, ataques de pánico, irritabilidad) ella lo tuvo. A veces dudo en decirle que mis fobias y mis pánicos, los heredé de ella, que si ella hubiese sido neurótica, algo más normal, yo probablemente sería neurótico y lidiaría con una neurosis. Pero me curé, agrega al rato, vos confiá en los médicos; y yo la miro y al contrario de lo que dice ella, creo que no está curada ni que podrá curarse jamás, porque según especialistas su enfermedad es crónica. Porque, además, cierta vez que la internaron vi un papel que decía “esquizofrenia” —es decir, en el papel decía “DIAGNOSTICO: esquizofrenia”— y si bien existen subtipos de esquizofrenias, ella tiene la peor de todas, la que menos deja vivir, a ella y a los demás: esquizofrenia desorganizada. Que es como tener un meteorito colapsando en la cabeza, o shocks eléctricos en las neuronas.

Gesticula y mira a personas invisibles y hace que habla, como si tuviera presente a una persona o varias o multitudes, y en verdad no habla con nadie, ni siquiera con las paredes, modula la boca sin emitir palabras. A eso le llaman delirio. Ver u oír voces. Mi madre, por suerte, no oye. Dejó de oír a los cuarenta años. Ve, ignoro qué, pero ve. Mira la ventana, justo enfrente está el C.A.P.S, y comienza a hablar sola, o sea a gesticular, o se ríe.

Eso es lo más cercano que he visto al silencio, es como si se tratara de una mímica: gesticular, abrir y cerrar la boca sin emitir ningún sonido, aunque no siempre es así, a veces de tanto blablablá cansa. “¿Te bañaste?”, “no estés depresivo”, “yo te voy a ayudar”, “no vayas a lo de tu papá”, dice, en una seguidilla de palabras que aturden los tímpanos. Pero a la vez el silencio de mi madre como un grito que nadie, sino ella, me dieron: todas nuestras madres nos gritan a través del silencio, no hace falta decirlo. La ausencia de palabras es una forma de gritar.

Cada vez que la veo gesticular siento una punzada en el pecho, me invade la angustia, y me retuerzo como un gusano y le digo: ¡basta basta basta, por favor! ¿a quién le hablás?. Pero ella no me registra, ni a mí ni a nadie, como si se suspendiera de la realidad. Solo registra un punto muerto, a los lejos, mirando por la ventana abierta. Sus ojos se pierden en la conversación con el hombre o la mujer invisible, que solo ella conoce, puede ver u oír.

Le escribo un WhatsApp a mi hermana. Escribo: “nuestra madre delira, ¿qué hago?”. Mi hermana se toma su tiempo, contesta a los quince minutos: “no puedo hacer nada”. Qué hago, entonces: ella y yo solos, sin nadie que nos socorra, más a mí que a ella. Apenas puedo consolarla. La acuesto y me recuesto al lado de ella. Enseguida siento sus ronquidos y la grabo con el teléfono, le envío un audio a un amigo y le escribo “mirá cómo ronca”. “¿Qué es eso?”, dice mi amigo. “Mi mamá roncando”. “Ja, ja, ja”. Su respiración es enérgica, equivalente a la de dos personas. Me entreduermo y sueño con ella, la sueño desnuda nadando en el Océano Pacífico, y me levanto apresurado. Pensando: “se va a ahogar, se va ahogar”. Agarro todas sus cosas que ha ido coleccionando a lo largo de los años, tratando de que no se despierte, y las tiro a la basura, “hasta acá llegué”, me digo, inclusive mis pertenencias, a mí también me duele deshacerme de ellas, pero es necesario.

¿Qué hora es?, dice ni bien abre los ojos, ya más tranquila, y espero a que termine de desperezarse. Once y media, digo, ¿querés comer?. Le cocino arroz blanco con queso. Ella dice: el pollo lo cocino yo. Accedo. Me siento a la mesa, me acomodo y ella cocina el pollo. Sirve la comida, después de algunos minutos, y el pollo está crudo. Le advierto que le falta cocción. Lo como así, es más vitamínico, dice, y agarra una pata y la lleva a su boca y con los dientes la despedaza. Come y me mira, y dice, mirando hacia afuera, apuntando con la mano:

— ¿Qué son aquellas cajas?
Trato de obviar la pregunta, sigo concentrado en la comida.
—¿Las ves? —insiste.
—No —miento, claro que las veo.
 —Sí que las ves, aquellas, allá —dice, y las señalas.

Fuimos a ver las cajas. Revolvió y sacó la campera que decía JESÚS TE AMA, mi par de zapatillas, un pantalón con pintura de mi hermano, sandalias de mi hermana de cuando iba a los cumpleaños de quince. ¿Qué hace esto acá?, me increpa, estas cosas pueden servir. Antes de responderle, agrega: fuiste vos, ¿no? Y me dice que yo quería dejarla sola. Y comienza a llorar, berrea como una niña, o al menos derrama una lágrima o dos, y dice que esas pertenencias son los restos de sus hijos ya adultos, aunque me tenga a mí, aunque yo esté a su lado. La consuelo y le digo: no sirve nada, todo para tirar, mami. Le digo “mami” para que no se altere. Y mientras junta la basura, ensuciándose toda, me dice que yo soy un egoísta y que al único que me tiene es mí, lo repite muchas veces. Entra y dobla la campera de JESÚS TE AMA y dice que para ella su hijo, es decir mi hermano, es ese pedazo de tela con las inscripciones de su señor. Entonces estoy al borde del llanto, me pongo la campera y le digo que me abrace.  

—¿Te acordás de alguna vez que no hayamos abrazado? —le digo.
—No —responde.
Y dice llorando como yo, con los ojos llorosos como yo, porque ahora sí lloro:
—Tu hermano nunca me abrazó así.

Mientras nos abrazamos la casa, a nuestro alrededor, se derrumba, pero nosotros permanecemos intactos, ajenos al derrumbe y a las lágrimas que caen de nuestros ojos, como si el mundo fuese una estupidez en medio de la galaxia.

Etiquetas:

Facebook Twitter

Comentarios

Comments are closed.

JIF Diseño y Comunicación
Polvo
platos de ducha antideslizantes peritos judiciales madrid tienda de informatica online blog moda mujer software de mantenimiento software gestion energetica health supplies online health supplies online clinica reproduccion asistida reproduccion asistida castellon jewelry shop menorca comprar electrodomesticos baratos comprar ropa de marca barata zapatos hombre de marca zapatos mujer de marca asesoria en granada things to do in gran canaria mudanzas en alcala de henares placa identificativa drone placa identificativa drone armario puertas lacadas repetidor cobertura movil plano de evacuacion organic cosmetics online organic shop cosmetics salvaescaleras sillas salvaescaleras comprar cds online dioxido de cloro solucion dioxido de cloro las palmas bus microbus las palmas minibus las palmas revista arquitectura y diseño abono ecologico abono organico ecologico abonos cannabis fertilizantes ecologicos car hire menorca rent a car menorca megafonia comprar telas por internet tienda de telas online abogados en pamplona talleres de escultura alojamiento de estudiantes madrid piso para estudiantes madrid transporte neumatico peritos judiciales valencia practicas coche barcelona procesamiento pagos alquileres calendario online prenotazioni software alojamento local vacation rental software diseño de paginas web en madrid casa rural huesca casa rural pirineo cortinas de aire industriales quemadores industriales de gas depuracion de gases abogados divorcio san agustin de guadalix cajas de carton cajas para regalos accesorios maquinas de coser reparacion maquinas de coser fabricantes casas de madera cajon inteligente cobro cajon portamonedas inteligente cashlogy cashkeeper azkoyen cobro automatico efectivo sistema cobro efectivo envasados envasado manipulados envases ceramica artistica envases de ceramica cerveza sin alcohol alquiler de vehículos con conductor medicina estetica Santiago de Compostela muestras gratis maquillaje comprar lomo iberico lomo iberico extremadura oportunidad de negocio desde casa productos de limpieza ecologicos tiendas de electronica online dr hugo guidotti russo apartamentos en nerja in ear a medida 7ebiz International 7ebiz bici electrica motor electrico para bici motor eléctrico para bicicleta space electronics cubesats instalacion paneles solares madrid instalacion placas solares madrid instalaciones fotovoltaicas madrid placas solares madrid dr hugo guidotti russo venta de pisos en donostia inmobiliarias Gandia alquiler concurso acreedores regalos de navidad webs de citas tpv de alquiler tpv en nube tpv tablet android tpv tablet caixa punto venta nube tpv la caixa tpv tablet android amor en linea buscar pareja gratis mujeres que buscan pareja mantenimiento informatico barcelona mantenimiento servidores barcelona servicios cloud barcelona servicios informaticos barcelona ahorro consumo electrico ahorro luz administrador de fincas factura luz tenerife software para restaurantes software para retail tpv software hosteleria tpv tactil hosteleria accesorios baño hotel papeleras exterior marketing online malaga posicionamiento web malaga comprar insectos comestibles cursos de ventas turismo rural en el valle del jerte comprar sillones baratos abogados en malaga cumpleaños niños pamplona local celebraciones pamplona local para cumpleaños pamplona psicologa sexologa barcelona bodas banquetes convenciones semillas de marihuana tratamientos termicos termoquimicos casas en menorca mobles productos de limpieza ecologicos Alquiler autocaravana Madrid Motorhome rent Barcelona convertidores DC/DC iluminacion led productos caida pelo productos cosmeticos para pacientes oncologicos modulos prefabricados ventanas pvc precios comparar presupuestos roscones de reyes curso restauracion pintura recetas postres saludables reparar iphone valencia asociacion sindrome rett pisos en torrevieja matroschka software de gestion carl gustav jung barcelona carl gustav jung españa cg jung barcelona sociedad española psicologia analitica dr hugo guidotti russo compuestos plasticos planchas de plomo trajes novio caja registradora casio comprar tpv tactil peñas de loteria production company spain production fixer spain production services spain fabrica toldos lonas empresas de logistica empresas de transporte natural beauty cosmetics yoga in maspalomas camaras cctv certificado de ultimas voluntades online tienda hipica online tienda online televisores venta de viviendas en torrevieja campamento en ingles campamento multiaventura abogados irph reclamar irph avarcas mujer menorquinas mujer pedir nota simple registro propiedad online salas de escape barcelona limpiezas la rioja solicitar nota simple registro mercantil online nutricionista las tablas madrid tours walking tour madrid revista arquitectura y diseño revista de arquitectura y diseño cosmeticos veganos muebles de comedor muebles dormitorio dormitorios juveniles comprar mesa comedor comprar sillas comedor alquiler de autocaravanas autocaravanas motorhome alquiler coches km 0 huelva coches segunda mano huelva channel manager agencia motor de reservas agencia channel manager apartamento invio schedine alloggiati camisetas running personalizadas sistema di iscrizioni per societa sportiva abogados bilbao abogados incapacidades bilbao abogados penalistas bilbao abogados matrimonialistas zamora cabina audiometrica maquinas cobro automatico sistema cobro automatico psicologo parla psicologo valdemoro curso directivo rea curso rea curso recurso preventivo 60 horas online adiestrador de perros granada equipo psicotecnico comprar flores de bach tpv de alquiler venta de pantallas led comprar jabones artesanales online curso de liderazgo cursos para empresas sucesos en andalucia acupuntura para la ansiedad auriculoterapia para bajar de peso empresa de limpiezas en logroño recuperacion postparto clinicas de rehabilitacion de drogas cojin con foto iluminacion valladolid instalaciones electricas valladolid iluminacion valladolid trajes barrocos trajes de novio barcelona trajes de novio trajes para novios fisioterapia pamplona malaga to marbella transfer material guardia civil tienda material policial diving gran canaria gran canaria scuba diving productos de limpieza para el hogar blogger de moda camaras cctv revista arquitectura y diseño ritual para limpiar la casa sistema cobro efectivo tienda hipica online apartamentos en nerja curso de monitor de ocio y tiempo libre online abogados matrimonialistas zamora acupuntura para la ansiedad curso rea placas solares valladolid tpv software hosteleria curso 20 horas fontaneria y climatizacion natural beauty cosmetics abogados en pamplona como comprar un piso sin ahorros hechizo para atraer dinero monitor de ocio y tiempo libre online control plagas en zamora drenaje linfatico barcelona solicitar nota simple online solucion dioxido de cloro tpv tactil hosteleria envases de ceramica riviera maya todo incluido turismo rural pirineo clinica reproduccion asistida viajes en grupo a México health supplies online peritos judiciales madrid medium de nacimiento casa rural pirineo butacas ezcaray seating tratamientos termicos termoquimicos masoneria francmasoneria logia viajes en grupo a México ordesa casas rurales health supplies online construccion de decorados growshop en valencia cajas para regalos bodas banquetes convenciones tarot vidente natural casa rural huesca fabricante maquinaria construccion tarot vidente natural health supplies online asesoria en granada tpv en nube blogger de moda riviera maya todo incluido talleres de escultura venta pianos madrid plano de evacuacion cajas de carton acupuntura para la ansiedad curso directivo rea revista arquitectura y diseño solucion dioxido de cloro construccion de decorados tpv tablet android medium de nacimiento repetidor cobertura movil riviera maya todo incluido casas rurales ordesa zapatos hombre de marca sociedad española psicologia analitica