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Por Guadalupe Tagliabue | Imágenes: Marcos Tabbita
“El rito individual elude a la comunidad y la cultura,
mientras que el ritual verdadero, que es el compartido,
proporciona un sentido al individuo mediante la relación
con lxs otrxs y eso, es cultura“.
Adolfo Colombres, Teoría transcultural del arte
Hablar de Maradona solo como jugador puede ser igual de erróneo que hablar de Maradona solo como persona. Maradona es muchas cosas: Maradona es cultura.
Entender a Maradona como mito de la cultura es recuperar la dimensión del ritual. Proporcionar un sentido mediante su relación con lxs otrxs.
No es arte: es mito. Y todo mito propone a otrx, propone un ritual. Se desplaza la figura del espectador para ser participante. Es un intercambio: se rinde, se deben las gracias, hay interpelación, es una construcción. Y son muchxs lxs que recibieron mucho, hay un pueblo en este intercambio, toda su vida supo ser el ritual de una construcción hacia la mitología de la cultura popular.
Fue también rito porque fue acción, fue posible de observación. Y lograr la totalidad a través del símbolo es lo que lo convirtió en mito. Su vida fue de pura conciencia mítica: un fin determinado a través de rituales como camino para lograr una meta. Su paso es hacia lo imaginario, lo diferente; esa es la consagración mítica. Un símbolo cultural realizado en el tiempo. Y la consagración mítica implica haber tenido la conciencia mítica para que todxs puedan continuar viviendo del rito. El rito es el espacio real, es el que vivimos en nuestro vínculo con una determinada identidad, con esa identidad. Por algo todxs tenemos tres grados de separación de una anécdota de Maradona.
No hay cultura sin rituales y es en sus despliegues donde se puede percibir la fuerza de aquella cultura y la calidad de sus valores. Maradona como símbolo mitológico de la cultura popular es entender la lucha contra la cultura de masas, aquellas que destruyen los mitos clásicos generando mitos estereotipados y repetitivos. «Una cultura de masas que tiende a resignificar y refuncionalizar viejos mitos, tiende a estereotipar toda conducta significativa, como una forma de coserla a una imagen desactivada. Invade los grandes espacios colectivos y sobre todo los medios de comunicación, multiplicando hasta el delirio los ritos como fetiches, pero degradando su calidad que destruye los pilares de la cultura popular», explica también Adolfo Colombres.
Maradona es cultura porque pone fin a paradigmas culturales ajenos y a la no identificación. Su despedida fue dejar de consumir para retomar la participación popular, no fue un espectáculo, no hubo espectadores, fue de todxs. Todxs creyeron porque todxs escucharon-vieron-vivieron-sintieron. Es un co-sentir, sin importar la escala de las pasiones, de 0 a 10. Todxs compartimos el mismo proceso colectivo.
El rito no se limita solo a perseguir un fin, es a través de él donde se conservan y se transmiten los fundamentos de una sociedad. Y no es solo fantasía concebir a Maradona como mito, es dar ahora sentidos nuevos. Y todxs estaban invitadxs, nadie quedó afuera. Supo ser la fiesta.
Esto no es una obra de arte, no se requieren conocimientos previos para su entendimiento, es una participación, es un fenómeno sociológico. No importa el nivel de interés que unx u otrx tenga, no se puede negar la dimensión del abarcamiento. El reconocimiento de Maradona como símbolo cultural es la cohesión comunitaria. La legitimación cultural del mito, la reivindicación de la cultura popular.

Etiquetas: Adolfo Colombres, arte, Cultura popular, Diego Armando Maradona, Guadalupe Tagliabue