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Por Luciano Sáliche
I
Perfil está de paro —es la tercera vez en apenas dos meses— paro por 48 horas, votaron los trabajadores en asamblea. Empezó ayer y se extiende hasta hoy. ¿El desencadenante? “El incumplimiento, una vez más, del pago del aguinaldo de junio”, cuenta Matías Cardone, trabajador de Perfil en el área de Administración/Contabilidad desde el año 2013 y delegado por el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba) desde 2019. “Veníamos con este tema desde junio del año pasado donde la empresa anunció que iba a pagar ese aguinaldo recién en enero de este año. Logramos con medidas y audiencias en el Ministerio de Trabajo revertir esa situación, y ahora se vuelve a presentar el mismo conflicto”, explica del otro lado del teléfono, en un intercambio vía mensajes de voz.
El desencadenante es el aguinaldo adeudada, una historia que se repite en un triste loop precarizante, pero es apenas la punta del iceberg que desnuda la situación laboral del medio dirigido por Jorge Fontevecchia. “Aparte de eso, venimos muy atrasados con los sueldos: hay una pérdida de poder adquisitivo muy grande, y con problemas también de convenio colectivo en radio y televisión. O sea que la agenda nuestra no se termina en el pago del aguinaldo y por eso tomamos la decisión de ir a un paro de 48 horas en la editorial”, agrega. En las redes sociales se pueden ver videos de ruidazos en la redacción, fotos de asambleas y declaraciones de cómo viven los trabajadores de Perfil la situación que no es nueva: se agrava con los años.
Según la propia comisión interna, la planta total de Perfil pasó de tener 251 trabajadores en enero de 2020 a 166 hoy. “La pérdida del poder adquisitivo se hizo insostenible entonces la gente empezó a migrar a otros rubros o a otras empresas que pagan un mejor salario, con las que Perfil encima nos quiere hacer competir. Desde que empezó la pandemia hasta ahora se fueron unos ochenta o noventa compañeros en varias secciones de la editorial, no solamente las periodísticas. Y la sangría fue en parte reemplazada por algunos pasantes que cobran una gratificación, porque no se le puede denominar sueldo, de 15 mil y 16 mil pesos, y algunos compañeros y compañeras nuevas con sueldos muy, muy bajos de 23 mil, 24 mil pesos».
II
Hace apenas unos días, mientras se desarrollaba el conflicto con sus empleados, Fontovecchia escribió una columna titulada “La culpa de los sindicatos” donde articula un imaginario que va desde los planes sociales a la “inelasticidad en el sector laboral privado” sin separar a la burocracia sindical de sindicatos verdaderamente combativos ni reparar en la responsabilidad de la casta empresarial. No es novedad el lobby por la reforma laboral. Mientras tanto se muestra como un empresario de medios a tono con los debates periodísticos de la época. “Es una burla. Se nos está burlando porque habla de ética periodística desde su torre de marfil cuando los compañeros y compañeras durante la pandemia muchas veces no tuvieron para comer”, sostiene Cardone.
“Tuvimos que hacer colectas —continúa— para ayudar a una compañera que no había cobrado dos o tres facturas seguidas y estaban por desalojarla de la casa. A otra compañera le mandamos una tarjeta de supermercado que nos habían pagado ellos en 2019 y un compañero se la cedió a una compañera que la estaba pasando muy mal al principio de la pandemia. Pagamos de nuestro bolsillo haciendo una colecta el funeral de la madre de una compañera que no le habían pagado la segunda mitad del sueldo porque a todos estos incumplimientos que te decía se sumó partirle el sueldo a la mitad a quienes cobran más de 65 mil pesos brutos. Es difícil bancarte que alguien desde una torre de marfil hable de ética cuando los compañeros la están pasando mal realmente”.
III
“¿Hacia dónde va la empresa? Es difícil saberlo porque es como una agonía eterna que cada día que pasa es más profunda y más difícil de soportar”, dice sobre el futuro del modelo de Perfil. “Por ponerle un parteaguas, aunque quizás viene de más atrás, el macrismo nos dejó una sangría de 4500 trabajadores de prensa. Nos está costando recuperarnos. Hubo alguna recuperación en algunos medios pero es muy a cuentagotas”, y recuerda el caso Télam, que luego de una larga lucha colectiva la Justicia ordenó revertir el desguace que hizo el entonces titular del Sistema de Medios y Contenidos Públicos, Hernán Lombardi, quien despidió al 40% de la planta: “Logramos reincorporar a los compañeros que habían sido despedidos, pero es una situación compleja”.
“Si todas y todos los que hacemos periodismo, y pienso también en los que hacen administración, contabilidad, circulación, sistemas en las empresas periodísticas, no entendemos que somos trabajadores como cualquier otro de cualquier otra rama, y no nos concientizamos que la salida es colectiva, el destino que tenemos los trabajadores de prensa es bastante aciago, porque, los empresarios de medios, que encima son gran parte del poder real de la Argentina, lograron que la gente trabaje casi gratis: si consiguen gente que facture y cobre los ocho meses como pasa en Perfil o que directamente a veces no facturan las notas o que están dos o tres meses sin pagar el sueldo y siguen trabajando, como pasó con unos productores, es muy complejo organizar esa situación”.
“Nadie va a pagar un salario si consigue un trabajador gratis. Por eso la única salida es la construcción colectiva. Es lo que intentamos desde el Sipreba. De lo contrario, el periodismo va a ser un hobby más o menos institucionalizado, pero no mucho más que eso. Van a quedar los figurones, las firmas grandes y los que tienen un nombre, y miles y miles de compañeros precarizados viviendo el periodismo como una segunda actividad”, concluye del otro lado del teléfono Matías Cardone, trabajador de Perfil y delegado por Sipreba en dicho medio donde hoy, justo hoy, están completando la medida de lucha dispuesta por la asamblea: 48 horas de paro.
Etiquetas: Jorge Fontevecchia, Matías Cardone, Perfil, Periodismo, Sindicalismo, SIPREBA