Blog

Por Cristian Rodríguez
I.
La música, así como la lengua, reúne las condiciones de funcionamiento de un encriptado. Va en una dirección que en el discurso dispone la emergencia de un sujeto -entre significantes- en su vaporización sonora, al modo de la imagen acústica propuesta por Saussure para definir al significante.
Ese encriptado es un efecto de funcionamiento, enardecido de su propio lance sonoro. Es topológico, no sólo diacrónico y/o sincrónico.
Esta operatoria, este acontecimiento, no es reversible. Su efecto más glorioso es la metáfora.
II.
Es un arte en fuga, y no sólo respecto del significante, en un movimiento que podríamos señalar correlativo al del funcionamiento de la psiquis descripto por Freud, desde la representación cosa a la representación palabra, aquél recorrido que permite el desciframiento de lo inconsciente.
Y a partir de allí, la música se dispone desde su enunciación hacia un misterio. Lo rodea, lo lanza, lo provoca.
Del mismo modo que el psicoanálisis es una ciencia de la angustia, y del saber hacer con la angustia, la música vela y desvela en los alrededores de la angustia.
III.
Abre un conocimiento secreto ya que ronda el misterio. Por una parte, muerde en la otra escena, en el instante en que alguien escucha, proclive al éxtasis y la locura, por otra parte, se propone como un conocimiento del orden matemático, una función matemática, mediante un algoritmo o una cifra.
IV.
Si el sujeto en psicoanálisis se inscribe acorde las leyes del inconsciente.
Si la letra expresa lo real del vínculo que se escribe en lo real.
La música, como una poética, se ofrece encriptada para quien está inscripto en la lengua. El efecto es una letra, como una escritura común/ real del vínculo humano.
V.
Del mismo modo, en la letra hay entonces música encriptada. Esa música trae trozos de verdad. Esa verdad no es ciega, pero tampoco está dada.
El dispositivo de la escucha psicoanalítica hace con la música. Y esa misma escucha/ observación rige también los principios de funcionamiento de la ciencia contemporánea.
Etiquetas: Cristian Rodríguez, EPC -Espacio Psicoanálisis Contemporáneo-, Ferdinand de Saussure, Psicoanálisis, Sigmund Freud