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Por Cristian Rodríguez
I.
La conciencia da cuenta de una escisión, una disociación espacio – temporal en el procedimiento de la onda partícula a nivel psíquico.
Es decir, no es la conciencia de sí, sino más precisamente una ruptura en el estado de cosas, una disociación psíquica.
II.
Si los procesos determinados en la metapsicología se producen cuando la onda a nivel cualitativo “colapsa” por efecto de las cantidades de tensión o “Qn” -cantidades de energía disponibles o comprometidas en un sistema-, en cada uno de los niveles, transcripciones y atravesamientos del aparato psíquico, eso da lugar a dos vías de desarrollo inquietantes: a) Hay procesos psíquicos que tienen masa; b) Hay aspectos del cuerpo que son sólo onda. Y hay una dimensión del cuerpo que es sólo onda: cuerpo onda, devenida de la pura cualidad pasadera y de la pulsión en calidad de onda, como onda pulsión.
III.
Para que esta formulación pueda desarrollarse, más que referirnos a los elementos de la pulsión en psicoanálisis, tenemos que pensar en estados de la pulsión, ligados a los colapsos y los atravesamientos de su recorrido/estados.
Los estados no son las dimensiones de la realidad, sino que sitúan una determinada posición en un determinado momento de su existencia, tan pronto a desvanecerse. Este tipo de funcionamiento es lo que podemos reconocer en las emergencias y formaciones de lo inconsciente.
Son, por consiguiente, fenómenos.
IV.
La masa y lo que conocemos como materia no funcionan sólo en cuatro dimensiones.
Las partículas subatómicas -las más diminutas incluso, quarks, neutrinos, protones, bosón- tienen todas ellas masa.
Los fenómenos transdimensionales se dan por esos colapsos de la cualidad -efecto de las cantidades de tensión/ masa Qn acumuladas en un sistema- propia de la Onda Pulsión, y no todos suceden en cuatro dimensiones.
El sueño es un tipo de fenómeno que sucede en este nivel -no sólo en cuatro dimensiones-.
V.
¿La materia oscura? También tiene masa. Ya que la masa es indiscernible de la gravedad.
Por otra parte, las experiencias “tele” son uno de esos eventos en el psicoanálisis -entre otras disciplinas que hacen lectura de él- que no requieren masa -o muy pequeñas cantidades- para desplegarse.
Lo inconsciente se mueve entre una y otra instancia, entre la masa y la carencia de masa, entre la partícula y la onda.
VI.
¿Qué tipo de masa es la que la conciencia es capaz de procesar? Indudablemente masas a nivel subatómico, como en la física de cuerdas. Son las masas de las que no estamos aún seguros de si el fotón también participa -sólo que no es posible medir su masa, y que estaría en el orden de las magnitudes de la constante de Planck, pero su presencia se infiere, de una u otra manera-. Parece que jamás hay pérdida absoluta de masa y que cada procedimiento involucra gravedad y masa. Los quarks, bosones, protones, neutrinos, fotones, están en el rango subatómico por debajo incluso de los componentes más pequeños de los átomos, y parecen todos ellos estar comprometidos con esta relación no excluyente, dependiendo de su estado en las posiciones relativas a un fenómeno, entre masa/gravedad y onda.
Pensar en cualidad y onda pulsión supone algún tipo de compromiso con la masa requerida en determinados procedimientos psíquicos, y por otra parte propone una relación con los fenómenos en los que inciden la gravedad -y los campos gravitatorios- y los colapsos singulares.
Etiquetas: Cristian Rodríguez, EPC -Espacio Psicoanálisis Contemporáneo-, onda, Psicoanálisis, pulsión