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14-10-2022 Notas

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Por Diego Fernandez Pais

Después de componer el mejor disco de la historia del pop español, Los Planetas participaron con una maqueta en un concurso de la revista musical Rockdeluxe y, con muy mala leche y en parte porque es de caballeros estar con las causas perdidas, el director de la revista les otorgó el segundo premio a Los planetas, por debajo de un banda muy menor como Australian Blonde, una banda, por otro lado, que cantaba en inglés y cuya partida de defunción ya había sido firmada; quedaba claro que no lograrían sobrevivir al cambio de milenio. 

Con tanta indiferencia como ironía, Jota (el líder y cantante de Los Planetas) decide titular de ese modo («Segundo premio») a la inicial e inigualable canción con la que abre el tercer disco de la banda (titulado Una semana en el motor de un autobús) y, repito, el mejor de la historia del pop español.

«Segundo premio» a su vez, y sin exagerar, es la mejor canción del pop español y ya se ha convertido en el himno de banda. En ella, lejos de ocuparse de tan nimia injusticia que más que injusticia en realidad era una tácita consagración, cuenta la ruptura de Jota con su novia de entonces: «Y si esto te hace daño / Si te puedo hacer sufrir / Ha servido para algo / Al menos para mí…»  Ése, aclara el cantante, era el verdadero segundo premio.

Luego de la ya mítica y eufórica «Segundo Premio», el álbum sigue con otros hitazos como «Línea I» (y la aventura que significa ser adicto, no querer consumir y finalmente ir a comprar, con esa puerta final que se cierra tal y como se escucha nítidamente al finalizar la canción, con alguien camino de la Línea 1, el autobús que llevaba a la zona de pillar), «La Playa» (una de las más cantadas allá por 1998 y quizá una de las que peor envejecieron del disco) y, entre otros, «La Copa de Europa», canción con la que cierra el disco y le da sentido a toda la aventura que forma Una Semana en el Motor de un Autobús.

El tema «Línea 2» toma alternativa de la canción «Línea 1» y, además de durar 40 segundos menos, las dos últimas estrofas tienen el orden invertido:

Iba a hacerlo esta mañana,
levantarme de la cama,
comprar algo de comida
y ordenar por fin mi vida.
Y después pensé: ¡mejor que no!
Y puse la televisión
Subí a pillar un poco más,
después de todo esto no está mal,
no está mal,
no está mal,
no está mal.

Tal como cuenta Jota, el disco nos muestra una semana en la vida de un chico que vive un proceso de recomposición desde que le deja su novia hasta que se encuentra consigo mismo, con sus dudas y contradicciones y su estrecha relación con las drogas y el exceso. En tal sentido, «La Copa de Europa» funciona como la redención del personaje, es decir: luego de todo lo que le pasa al supuesto personaje durante el disco finalmente, como en los mejores finales felices de Hollywood, termina por ganar la Copa de Europa, que es algo así como descubrir la verdad. Ése, nos dice, vendría a ser el primer premio.

Ricardo Güiraldes, cansado del desprecio por parte de la crítica y del mercado, en cierto modo hace lo mismo con Don Segundo Sombra, libro con el que por iniciativa de Leopoldo Lugones finalmente gana el Primer Premio Nacional de Literatura. Lacan ya lo dijo muy bien: es imposible que haya un primero sin un «otro anterior».

 

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