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18-07-2023 Notas

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Por Cristian Rodríguez

Historia material

¿Cómo no caer sólo en una filosofía o en una metafísica del ser? Sin embargo, entre esta posición vacía y la posición del analista -y la del psicoanálisis como práctica de la escucha-, hay una relación, una cierta razón que no encontraremos en la academia, ni siquiera en los libros, sin embargo el libro insiste para procurar una marca de ese atravesamiento, a sabiendas que esa marca no es ya la experiencia de lo que se ha atravesado.

Si las condiciones materiales de la producción de sujeto en occidente proponen una tríada -que se hace cuaternaria considerando la emergencia de sujeto como entidad, es decir solicitado por las condiciones de “vasallaje” que ya Freud había previsto en la segunda tópica matepsicológica-, en la que tenemos a considerar tanto las condiciones históricas materiales como lo que denominamos contexto, pero fundamentalmente marca anterógrada de “todo lo vivido” en la serie de las permutaciones y apremios de lo humano, en el plano de lo que allí impactará como “contexto” sobre una subjetividad, junto con lo propio de lo que denominamos actual, es decir de las emergencias de esas condiciones en el plano de la lengua sobre una comunidad, “el bien común” -completamente extraño- de los modos en que esa serie de solicitaciones soportan y también “ajenan” una vida individual, y los efectos específicos de éstas sobre el sujeto, que allí introduce sus actos de tropiezo singular, son también las “reacciones” a ser reducido a un simple eslabón de replicación de la marca en la cadena. Eso que Freud instaló como tensión entre: 1- el ello, 2- los apremios de la vida -referidos y también condicionados a las pulsiones de autoconservación-, 3- yo y 4- superyó. Si bien en el esquema freudiano se propone una puja entre estas dos instancias: ello y yo, por una parte empuje -ello- y por la otra conductas adaptativas por efecto de la solicitación o vasallaje -yo-, tanto en los niveles psíquicos como de los referidos a los apremios de la vida respecto de la supervivencia, en verdad lo que allí está en juego es la relación -cuaternaria- entre estas instancias problemáticas -sin poder determinarse allí qué es precisamente adentro /afuera, salvo si ya concedemos que la metapsicología freudiana es una topología- . Y que esta relación cuaternaria dispone entonces 1- las condiciones materiales -historia material y también entonces ADN pulsión, dimensión del cuerpo real-, 2- la comunidad, el lazo social, signada por la época, el lazo social definido por esas condiciones específicas de solicitación devenido de las condiciones materiales, 3- el sujeto por las producciones y emergencias de lo inconsciente, y 4 la pulsión.

Allí tenemos para considerar las condiciones históricas -lo que podríamos denominar historia material, en el sentido de la serie de marcas entrelazadas en el tejido de las condiciones referidas a la supervivencia, y que sobre ésta se yergue la pulsión de autoconservación, marca extrapersonal de los efectos entre factores filogenéticos y la construcción de sujeto.

 

 

 

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