Por Pablo Milani

Marcos tiene 45 años y es docente. Está en Plaza de Mayo, vino con su mujer y sus dos hijos. Se lo ve confiado, dice que hoy es un día muy especial, un día histórico y por eso quiso venir. Y continúa, creo que después de mucho tiempo de pasarla mal tenemos al pueblo aquí manifestándose espontáneamente, tanto en el Congreso como aquí, por un porvenir mejor y más justo para todos. Hoy creo que termina una etapa muy oscura de nuestro país, manchada de sangre por violencia e inseguridad. Siento que termina una etapa muy complicada de corrupción y empieza una etapa nueva, con gente laburante que cree en un país más honesto y de mucha prosperidad, sobre todo para los más chicos. Hoy, a 40 años de democracia, creo que llegamos como pudimos y estamos felices de que el pueblo se pueda expresar. A mí me gustaría que podamos estar más seguros, más libres. Yo tengo una perspectiva positiva amplia. Al mismo tiempo soy objetivo y entiendo que esto es política y cuando es así hay que tener cuidado. Yo no hincho por ningún partido, soy un ciudadano común que se levanta temprano todos los días para ir a trabajar y que paga impuestos. No tengo garantías pero creo que este cambio va a ser para bien.

El sol irrumpe con fuerza y sin pedir permiso en este domingo 10 de diciembre en Plaza de Mayo. Ya han pasado 23 años del siglo XXI y este lugar conserva aún los mismos pasos de la fundación de una nación que un día quiso dejar de ser una colonia española para escribir su propia historia. Mientras tanto, el día parece decirnos que a partir de hoy termina una forma de hacer política y que empieza otra, nadie sabe cuál. Javier Milei hoy asume como nuevo presidente de los argentinos. Alguien sin historial político, un hombre que el pasado 29 de noviembre derrotó al más grande movimiento del país, el peronismo, después de varios años en el poder. Hoy, como tantas otras veces, hay una esperanza que se renueva. Se nota en las caras que se hicieron presentes en este punto estratégico de la Argentina.

Nicolás tiene 29 años y es de la provincia de Córdoba, vino por unos días por trámites y se quedó un tiempo más para estar en la asunción del nuevo presidente. Dice que lo que más le gustaría a partir de ahora es que si alguien comete un delito sea juzgado por lo que hizo. Que sea un país en donde las leyes se respeten. Además, que la economía funcione bien porque hay demasiada riqueza en el país y no puede ser que haya tanta pobreza. Después del discurso del nuevo presidente me gustaría que esto no quede sólo en palabras. Y sigue, con respecto al discurso, me parece que Javier Milei siempre dijo lo mismo, ya se sabía que si seguíamos así esto tarde o temprano iba a explotar. Ahora que hay nuevo gobierno espero que esta bomba no explote. Siento que todos estos días fueron de mucha ansiedad. A la vez, la desilusión para la mayoría puede llegar a ser muy grande si las cosas no le salen bien. De por sí sabemos que es una fuerza chica y por eso tuvo que hacer acuerdos con gente de otro espacio político. Dos personas no pueden cambiar un país, me parece que tienen que haber más. La clave está en hacer las cosas bien, no en quién las haga. Me parece que el modelo anterior no hizo todo mal, lo que quizás falló es en cómo se implementó y eso es lo que debería cambiar. La gente necesita ayuda y eso es una realidad de todos. Lo vemos en la calle todos los días. La gente tiene que darse cuenta que trabajando es de la única manera que se sale adelante. Y la clave está en respetar la ley, no se puede hacer la vista gorda y dejar pasar ciertas cosas que no lo están. La verdad que Buenos Aires es muy distinta a Córdoba, hay demasiada gente. A mí me gusta la ciudad pero me gustaría transitar sin miedo y la verdad que he tenido miedo todo el tiempo. Yo pienso que este presidente, manteniendo las cosas medianamente estables, va a poder gobernar porque la gente tiene miedo, y se nota. Se despide.

A pesar de todo, en el país de Perón y Evita, el universo se alineó para que sea un día peronista. Un sol de par en par se propaga en esta plaza con más baldosas libres que gente. Ahora me encuentro en el medio y miro hacia la Casa Rosada mientras la bandera argentina flamea junto a una Pirámide de Mayo expectante, en un nuevo presente, pensando en otra oportunidad. Mientras tanto, un vendedor ambulante con una canasta de sanguches de milanesa se pasea vociferando con ímpetu: ¡A un dólar, un dólar! Aquí mismo se situaba la Vieja Recova, una edificación de lado a lado que funcionaba como mercado y que separaba la Plaza Mayor de la Plaza Victoria. Al ser demolida en 1884, se unificó y pasó a llamarse Plaza de Mayo, por eso es la plaza más grande de la ciudad.

Alberto, de 63 años está con su mujer y cuenta que están acá de corazón, es algo que nos saca del atolladero del que venimos y tenemos mucha esperanza para que nuestro país sea grande. Es muy posible que nosotros no lo veamos pero no importa, será por nuestros hijos. Dice que con este nuevo gobierno sacamos a los malos. Lo que empieza a partir de hoy es una convicción. La persona que es pobre no puede estarlo en un país que es rico. Podés ser un pobre en cualquier país pero no acá. Yo en 2003 voté a Néstor Kirchner porque no había alternativa, pero era otro momento de Argentina, este es un futuro promisorio. Javier Milei nos va a sacar adelante. Nosotros como país ya hemos vivido muchas cosas. Hubo épocas que no se podía salir a la calle porque te chupaban pero ahora no podemos salir porque te roban. A mí y a mi familia hace dos meses nos quisieron secuestrar, así que por eso te digo. Este país que estábamos teniendo no lo queríamos más. Ahora se abre una nueva etapa, un nuevo camino y estoy entusiasmado.

El tiempo de este domingo transita lento en la plaza. Algunas banderas no se dan por vencidas y flamean aún sin ser miradas. Hay gente de toda condición social, pero con un denominador común, la gran mayoría está buscándose, está necesitando algún tipo de respuesta, un porvenir, una fuerza adicional, alguien que le ayude a tener un nuevo rumbo. Javier Milei es la fuerza política más nueva de la política argentina, su acuerdo con Mauricio Macri no gustó a cierta parte de la población que lo sigue desde el principio pero eso no le impidió ganar con un amplio margen frente a la fórmula de Massa-Rossi de Unión por la Patria. Pero ahora eso parece haber quedado muy atrás. Hoy es hoy y no es ayer. Este presente hoy está cargado de futuro, una vez más. Sin embargo, la mítica fuente parece hacerle un guiño a aquel 17 de octubre peronista mientras varios se refrescan con los pantalones arremangados.

José, de 62 años está acá para acompañar el nuevo presidente. Si Javier Milei hace las cosas bien empieza una nueva Argentina y si hace las cosas mal vamos a seguir como hasta ahora o peor, en constante decadencia porque si vos analizás desde 1983 hasta acá, fue así. En lo educativo, en lo social, en lo económico, en todo tipo de libertades. Somos rehenes de un estado que domina todo. Además, yo quiero destacar a Victoria Villarruel, ella me sorprende todos los días, con lo que dice, con lo que hace. Y con respecto a los 40 años de democracia llegamos evitando que se haga. Cada vez que uno quería hacer algo bueno, venía el siguiente y lo deshacía. Y continúa, lo que sí me acuerdo que cada tanto aparecían paquetes de leyes en el Congreso que siempre los beneficiaban a ellos. Más custodia, más autos, más viajes, todo para ellos. Cuando Raúl Alfonsín dijo que se tenían que terminar los privilegios le prendieron fuego el país. Cuando Fernando De la Rúa presentó la flexibilización laboral, le prendieron fuego el país. A Mauricio Macri cuando dijo que había que achicar los gastos, también desde la oposición le hicieron lo mismo. Y en todos estos casos, siempre el peronismo estuvo en la oposición. Es más, ya están amenazando a este gobierno que recién comienza. En el mejor de los casos le van a dar seis meses. El acuerdo con Mauricio Macri me parece bien, él también se portó mal. Hay que acordarse de que entró en la política de la mano de Menem, así que un poco nos defraudó. El problema es que ninguno piensa en el país. Ellos piensan sólo en sus intereses, son todos millonarios.

Jorge, de 69 años, un amigo de José, estuvo en esta misma plaza en 1973, cuando asumió el General Juan Domingo Perón, después de 17 años de exilio. Y dice, tenía 19 años y trabajaba acá a dos cuadras. Lo recuerdo muy intenso, salíamos de un período de dictadura. Por supuesto no tan sangrienta como la que vino después. Fue una época de mucha ilusión, ganó el peronismo pero al mismo tiempo se cometieron barbaridades. Era una época en la que se justificaba la violencia armada para acceder al poder. Las cárceles en ese momento estaban llenas de presos terroristas y cuando asumió Héctor Cámpora liberaron a toda esa gente. Los mismos que después conspiraron contra el gobierno de Perón. Ellos fueron jóvenes idealistas pero asesinos, hay que decir toda la verdad. La actual vicepresidente reivindica las víctimas del terrorismo de estado, son 1049 personas en total. Creo que Alfonsín fue el gran culpable de eso en imponer un relato de izquierda donde se reivindicó a un sector que atentó contra la democracia y llenó de sangre el país. Acá hubo una guerra real y esto me parece que hay que decirlo. Era una época en donde uno estaba parado en cualquier punto de la ciudad y pasaban autos con tipos exhibiendo sus armas y no sabías si eran Montoneros, del ERP, de la Triple A o peronistas de Perón. Montoneros integró gobernaciones en ese momento, fueron cinco provincias del país y que fueron intervenidas por Perón. Los Montoneros utilizaron el aparato del estado para asesinar a Ignacio Rucci con recursos del estado bonaerense y Ezeiza fue la expresión cumbre de lo que era el peronismo en ese momento. ¿Qué rescato del gobierno saliente? Absolutamente nada. Creo que Alberto Fernández hizo quedar mal al peronismo. Si ese era el objetivo, lo logró por mucho.

En este día se cumplen 40 años de democracia. Aquella que creíamos que nos iba a solucionar todos los problemas. El modo de expresión que terminaría con todas las injusticias vividas hasta ese momento. En palabras del Presidente Raúl Alfonsín, en el Congreso de la Nación, aquel día, dijo: “Vamos a vivir en libertad. De eso no quepa duda. Como tampoco debe caber duda de que esa libertad va a servir para construir, para crear, para producir, para trabajar, para reclamar justicia, la de las leyes comunes y la de las leyes sociales. En suma, para vivir mejor. Porque la democracia es un valor aún más alto que el de una mera forma de legitimidad del poder, porque con la democracia no sólo se vota, sino que también se come, se educa y se cura.” Pero parece ser que aún le quedan cosas pendientes por cumplir a esta democracia.

Mario, de 45 años, dice que es épico que un hombre en apenas dos años haya logrado lo que logró. Llegar a la presidencia cuando lo tomaban de loco, de ridículo y de payaso. María, de 43 años, dice que está recibiendo un país que está en ruinas, así que un poco loco tiene que estar. El tipo es un apasionado, lo tildaban que no estaba en condiciones y los sorprendió a todos. Es un ejemplo de persona. De Victoria Villarruel no conozco mucho de ella, me parece que a veces habla de más, pero sí, la veo muy segura.

Sigue Mario, no puede haber tantos cambios de moneda, en ningún país del mundo pasa lo que pasa acá. Más de 100 impuestos, es una locura, es inviable, la gente se cansó y si no hubiese habido tanto clientelismo el margen de diferencia con Sergio Massa hubiese sido mucho más grande. Llegamos a 40 años de democracia con tristeza. Somos un país fluctuante con más bajadas que subidas. Lo que pasa que al público que no le interesa el bien común del pueblo, boicotea, no acompaña. En mi caso, en cada gobierno, por más que no lo haya votado, le desee lo mejor, sino ya me hubiese ido del país. Creo que la gran deuda pendiente de esta democracia es que los culpables que le hicieron daño al país vayan presos. Para mí tenemos un país increíble de bueno, con mucho potencial y riqueza. Yo creo que el slogan de Milei es certero, no podés tener resultados distintos si haces siempre lo mismo. En eso creo que está la convicción de la que te hablaba antes. Ahora, no hay que olvidarse que el peronismo en la oposición va a ser roñoso, ventajero y tramposo, como siempre fue.

El sol no se resigna, sigue liderando esta plaza con más esperanza que expectativa. La gente danza y no se quiere ir, están convencidos que algo nuevo está por comenzar, aunque no hay bullicio ni canticos, más bien es una plaza calma que espera en silencio. Este es el país de la esperanza, del llegar a ser, del futuro potencial, de ese tiempo medido que a cada individuo le queda por vivir. ¿Cuánto tiempo más llevará?

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