Blog

27-03-2024 Notas

Facebook Twitter

Por Pablo Milani

Siempre es ella, en cada plano, en cada toma que registran sus noches heladas. Trato de tomar distancia de la pantalla pero no lo logro. Quedo obnubilado por su presencia, su cosmovisión del mundo. La mujer en cuestión es una detective de labios rojos y mirada seria, como fantasmagórica. Aquí en occidente la serie lleva el nombre de su protagonista y también detective Sofía Karppi, interpretada por la actriz finlandesa Pihla Viitala y coprotagonizada por el actor Lauri Tilkanen. Su nombre original es Deadwind, una producción de Finlandia y que pone de manifiesto las características del país nórdico. Es una serie policial y de suspenso que se desarrolla en la ciudad de Helsinki, creada y dirigida por Rike Jokela y escrita por Kirsi Porkka, Jari Olavi Rantala y también por su director. La detective principal, junto a sus colaboradores, investigan un hecho de homicidio durante toda la serie, lo cual es una virtud de la producción. Es decir, en este caso es una sola historia que se desarrolla a lo largo de los capítulos. La serie se estrenó en Finlandia en Yle TV2 en marzo de 2018 y en Netflix en agosto del mismo año y cuenta con 28 episodios a lo largo de tres temporadas. 

Pero no sólo de esta trama central trata la serie sino que se mezcla la historia personal entre los distintos personajes, principalmente de la detective principal. El personaje de Pihla Viitala es un papel oscuro, frío y distante, casi sin expresión facial. Es madre de dos hijos, viuda desde muy joven y raras veces sonríe. Su mirada prefijada, su boca siempre roja, su pelo desaliñado y su vestuario no parecen importarle, más bien es su rostro sin expresión donde está todo el significado y el significante de la serie. El frío circundante se muestra omnipresente, sensorial y es cómplice en cada capítulo. Los diálogos son escuetos, cerrados y bien alejados del modo de occidente. Su forma de moverse y la sombría fotografía de los escenarios ponen en cada nueva entrega el misterio como centro.  

Existe una atmósfera propicia en estas rutas siempre heladas que encajan con los personajes a la perfección. El juego de sensualidad y seducción entre la pareja de detectives se pone de manifiesto en cada escena y en cada gesto. Es un deseo intrínseco mientras la investigación pareciera que no los deja ser libres del todo. La luz lúgubre en los escenarios elegidos y el cambio de planos hacen que al espectador se lo mantenga interesado de principio a fin. El desarrollo narrativo a veces es inconexo, denso y carece de frescura en las investigaciones. La historia a veces no se entiende y después se lo resuelve demasiado fácil, quizás porque los guionistas temen enredarse en su propia red, aunque casi siempre salen airosos gracias al formidable trabajo del director de fotografía Anssi Keino que embellece cada silencio junto al exquisito director de cámaras ubicando a los actores y actrices a contra luz.  

El realismo cobra eficacia y se aleja del modo estadounidense, tan lineal y predecible. Los planos generales atraen la trama sobre la tensión sexual y aparente incomprensión entre la dupla Karppi/Nurmi y cobra fuerza rodeados casi siempre de un color gélido. Cabe destacar la gran actuación de Pihla Viitala, ella es un todo para la serie y parece no actuar para esta detective intensa, misteriosa y muy dedicada a su trabajo. Es todo el tiempo ella, de carne y hueso. Esa mutación entre personaje/mujer/detective/actriz atrapa al espectador de manera implícita. 

En el papel del detective Sakari Nurmi (Lauri Tilkanen) sus autos de alta gama carecen de verosimilitud para tratarse de un novato. Él muestra toda su elegancia y poderío por calles desiertas bajo esa tonalidad azul que todo lo presupone ideal. El paso del tiempo es una fantasía, no se le presta atención. La serie todo el tiempo persigue una intuición, esa fascinación por querer encontrar al culpable transmite serenidad en este rincón de la península nórdica. La música de Juri Seppa es adecuada y acompaña el íntimo modo de expresión de sus protagonistas. El carácter de la serie nunca es del todo claro, así como también la fatalidad entre sus personajes. Estos factores no afectan en nada a la trama principal y en su organigrama se presenta atractiva. En Deadwind el transcurso de los capítulos no enfría en nada la de los espectadores. En este cruce de caminos, en este íntimo intercambio de miradas, Karppi y Nurmi parecen dejar el trabajo a un lado al menos por un rato y muestran un signo de calidez. Yo, mientras tanto, intento descifrar a la detective actriz y su juventud en mi lugar de silencio, traspasar la pantalla, salvarla de cualquier modo posible del hachazo irreparable del tiempo.

 

 

 

Etiquetas: , , ,

Facebook Twitter

Comentarios

Comments are closed.