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Por Mauro Greco
A Hebe
1. Si el fin del mundo lo agarra jugando al truco con sus amigos, quédese con ellos: la pulsión, o compulsión, familiar puede ser mala consejera, o al menos el deseo inmediato de reencontrarse con esposa e hija. Idealmente, en caso de haber sido posible, ya debería haber construido familiarmente la certeza de que aquello, el fin del mundo como lo conocíamos, era probable o inevitable y, por ende, que cuando él llegara cada uno ya debería haber construido las habilidades y capacidades como para enfrentar el Armagedón en soledad. Al menos hasta el reencuentro reconciliatorio con familia y comunidad, porque no hace falta defender ninguna sociedad.
2. Si el aire está contaminado, enviciado, use máscaras: protéjase, no se regale.
3. Acepte las máscaras aunque vengan de Europa, no sea patrioteramente estúpido.
4. Cuando, como El Eternauta, salga de la caverna y se exponga —no a la luz que enceguece sino— a la nieve que quema y perfora, acepte su condición de sobreviviente.
5. Pregúntese sinceramente quién se puede llegar a estar dando cuenta de todo lo que está sucediendo en este momento.
6. Acepte la paranoia como una emoción posible y hasta necesaria. “Just because you’re paranoid doesn’t mean they aren’t after you”.
7. Dé algo pero no todo. Guarde algo para los propios. Acepte que los propios no son todos.
8. Asuma que, hasta que se consiga el objetivo inmediato —por ejemplo encontrar a una hija—, ayudar a los demás es una pérdida de tiempo. En la vida hay prioridades. Hágalas valer.
9. Rompa su propia casa si es necesario para escapar y seguir.
10. No se deje fascinar por las novedades, lo viejo a veces funciona.
11. Acepte que acciones negativas pueden tener consecuencias positivas, como por ejemplo el bullying.
12. Asuma que la familia es un escudo, una suerte de “family shield”.
13. No se avergüence de, llegado el caso, no ser más que un hombre común y corriente, ordinario, buscando a su hija.
14. Recuerde que, como en las películas de John Carpenter, las iglesias son refugios y lugares de resistencia.
15. Nunca olvide que los bichos vienen o van a la luz.
16. Asuma su condición de ser parte de las catacumbas de la sociedad.
17. Recuerde que, siempre que haya un/a niño/a, hay esperanza.
18. Mantenga las rutinas, no se deje enloquecer, las estructuras son importantes.
19. Despréndase de todo, aprenda a vivir sólo con un souvenir en el bolsillo.
20. Confíe.
Etiquetas: Apocalipsis, El Eternauta, Mauro Greco, Supervivencia
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