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Por Luciano Sáliche
“La crisis del coronavirus está golpeando muy fuerte a nivel global el mercado de trabajo”. El que habla del otro lado del teléfono es Jorge Duarte con voz cauta pero precisa. Es director del reconocido portal Infogremiales y conductor del podcast Protagonistas, donde entrevista a dirigentes sindicales más allá del barro de la coyuntura. Es licenciado en Comunicación de la Universidad Nacional de Quilmes y periodista especializado, hace varios años ya, en temas gremiales. Las noticias sobre despidos y sueldos pagados a la mitad en esta cuarentena mundial no paran de llegar, no tanto por los grandes medios, sino por las redes sociales, donde los comunicados de las comisiones internas de las empresas que han decidido recortar salarios circulan como un grito desesperado.
En ese sentido, conviene ser realista primero, saber qué escenario es el que se está desarrollando hoy en el mundo, y particularmente en la Argentina, para luego sacar conclusiones, algunas más catastróficas que otras, pero ninguna optimista. “Se prevé la destrucción de millones de puestos a lo largo del mundo. En Argentina va a suceder un proceso similar pero con características muy particulares porque estamos frente a un mercado de trabajo que los últimos años profundizó un proceso de fragmentación y de precarización. Sobre ese contexto actúa una crisis que es muy importante y probablemente sea la más importante de la que tengamos memoria”, dice Duarte en un breve diálogo con Polvo dibujando con sus palabras un panorama general.
Los despidos en Techint marcaron un alerta. Mediante un DNU, el gobierno decretó como ilegal despedir personal durante sesenta días, sin embargo los 1450 obreros de la construcción de la firma de Paolo Rocca aún están a la espera de que el Estado actúe a su favor. Hay más empresas despidiendo trabajadores, así como también muchas pagando salarios al cincuenta por ciento, algunas de ellas multinacionales —como McDonalds y Starbucks— que cuesta pensar en que realmente tengan problemas económicos. Esto empieza ocurrir en el Estado, con los 25 guías turísticos del Teatro Colón, cuyo servicio estaba tercerizado. Otro dato: poco más del cuarenta por ciento de las pymes porteñas pudieron abonar los salarios del último mes.

Jorge Duarte sostiene que estamos frente a “un proceso de socialización de las pérdidas empresarias con sus trabajadores, en el mejor de los escenarios, para los poco más de seis millones de trabajadores registradores. Ya hay muchos problemas para cobrar los salarios de marzo. Probablemente esos problemas se profundicen para cobrar los salarios de abril. Estamos en la etapa de aislamiento que va a cubrir prácticamente todo el mes, por lo tanto vamos a un proceso muy fuerte de caída de ingresos de los trabajadores”. A diferencia de otros países, sobre todo muchos de Europa, Argentina tiene una desigualdad alarmante. Cuando Mauricio Macri dejó el gobierno, el Indec contó 16 millones de pobres en el país, de los cuales 3,4 millones son indigentes.
Es que además del trabajo registrado, está el informal. “Hay más de cuatro millones de trabajadores no registrados —continúa Duarte—, que probablemente no hayan podido salir a trabajar desde el 17 de marzo, cuando empezó a regir el aislamiento social, preventivo y obligatorio. Más lo que está ocurriendo con las trabajadoras de casas particulares, una porción muy importante del mercado de trabajo que está con un grado de informalidad muy alto. Más lo que ocurre con los monotributistas y los trabajadores cuentapropistas y los monotributistas sociales que en gran medida se quedaron sin ingresos, y eso lo pudimos ver con la andanada de gente que se anotó para cobrar el Ingreso Familiar de Emergencia porque obviamente lo están necesitando en este contexto”.

“Entonces, a grandes rasgos, vemos un proceso de pérdidas de puestos de trabajo y todavía un proceso de profundización de deterioro de los ingresos de los asalariados, algo que ya venía sucediendo, pero que se está potenciando muy fuerte en estas tres, cuatro semanas de aislamiento”, agrega. ¿El rol del Estado? “Me parece que se están tratando de tener políticas activas para intentar contener un poco la caída del empleo y también ayudar el pago de salarios. Hasta el momento las grandes empresas han tomado una decisión corporativa de distribuir sus pérdidas sobre sus trabajadores, así que habrá que ver en esa tensión qué termina prevaleciendo”, sostiene Duarte, en referencia a cómo muchas patronales grandes están recortando salarios al unísono.
En cuanto al sindicalismo, “la situación es muy diversa” porque “en este contexto, así como en todos los contextos, tenés gremios que salen fuerte a pelear por el ingreso y por los puestos de trabajo, gremios que salen a negociar y gremios que están prácticamente invisibilizados. Esto igual es la regla del mundo sindical argentino que ahora se ve con un poco más de claridad”. ¿Qué futuro le depara al mercado laboral, una vez que la cuarentena termine, si es que en algún momento termina? “Está claro que vamos a un escenario con mayor desempleo, con mayor destrucción de los ingresos de los trabajadores registrados y no registrados, y con un mercado de trabajo que va a tener que empezar a reconstruirse desde un piso muy bajo, tal vez el piso más bajo desde la crisis de 2001”, concluye.
Etiquetas: Coronavirus, Cuarentena, Despidos, Jorge Duarte, Sindicalismo, Trabajo